Javier Alzueta, especialista de la Unidad de Arritmias
del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga,
y uno de los coordinadores del registro.
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Eva Fariña. Madrid
Un total de 143 hospitales españoles han participado en la elaboración del último ‘Registro Español de Desfibrilador Automático Implantable (DAI). VII Informe Oficial del Grupo de Trabajo de DAI de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) (2010)’, que ha recopilado la información de 4.627 implantes. Estos datos son remitidos a la Sociedad Española de Cardiología, junto con la información clínica de los pacientes. Según las conclusiones del trabajo, el número de implantes por millón de población (ipm) es de 110, una cifra insuficiente en opinión del Dr. Javier Alzueta, especialista de la Unidad de Arritmias del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, quien ha analizado el informe para Publicación Médica de Cardiología: “Desgraciadamente, España ocupa un lugar poco honroso en la tasa de implantes por millón de habitantes, comparado con países de su entorno”. Así, ha citado el porcentaje de Alemania, que supera los 300 ipm. “No se trata de un problema de renta per cápita, porque incluso Portugal o Polonia tienen una tasa de implantes mayor que la nuestra”, ha añadido. Otro dato destacado es que el 76,1 por ciento de los implantes los han realizado electrofisiólogos.
El Dr. Alzueta ha explicado que estos datos se refieren al año 2010 y prevé que durante el 2011 no han cambiado las estadísticas significativamente. En su opinión, las diferencias con respecto a otros países tienen motivos “multifactoriales”: “Por una parte, se debe a la falta de concienciación de que la muerte súbita se puede prevenir con estos dispositivos. También puede deberse a que el acceso al sistema sanitario es algo más lento que en otros países. Y, evidentemente, también puede haber razones económicas, aunque creo que estas no son las más decisivas”.
Los autores consideran “significativo el incremento de las indicaciones por prevención primaria”, si bien el Dr. Alzueta ha puntualizado que es “comparado con los resultados de los años anteriores”. “En el año 2009 no hubo un aumento en el número de indicaciones por prevención primaria, mientras que en el 2010 sí se produjo un incremento significativo con respecto al año anterior. En cualquier caso, la media de España cada vez se aleja más de la europea”, ha señalado el Dr. Alzueta, quien ha añadido: “Donde menos estamos atendiendo las indicaciones en nuestro medio es en los pacientes con prevención primaria, es decir, aquellos que todavía no han tenido un evento arrítmico. Los estudios publicados demuestran que el porcentaje de mejoría en cuanto a los resultados de supervivencia en prevención primaria son incluso mejores que para los pacientes con prevención secundaria”.
Centros implantadores y tasa por millón de habitantes en 2010.
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Asimismo, este especialista también ha observado grandes diferencias entre las comunidades autónomas: “Por ejemplo, Cataluña tiene una tasa de implantes menor que la media española, mientras que otras regiones como Madrid o Cantabria están por encima de esa media. Esto obedece a distintos factores, como el tipo de organización sanitaria en cada comunidad, etc.”.
Comparativa con Eucomed y conclusiones del registro
El Dr. Javier Alzueta se ha referido a “una cierta discrepancia” entre los datos obtenidos por la SEC y los que maneja Eucomed (Asociación Europea de la Industria de Tecnología Sanitaria). “Siempre ha habido discrepancias, porque los datos de Eucomed son más altos, puesto que tiene el cien por cien de la información, mientras que a la SEC le llega el 85,6 por ciento del total de implantes, una tasa que nos parece muy buena para hacer el registro”, ha indicado.
Este séptimo informe del Grupo de Trabajo de Desfibrilador Automático Implantable de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC ha registrado un “discreto aumento” en el número de dispositivos implantados, y se ha observado “una cierta continuidad” tanto en el porcentaje de tipos de indicación, como en prácticamente todos los datos obtenidos.
Según el registro, el 81 por ciento de los DAI se implantaron en varones, y la media de edad fue de 62,5 años. La mayoría de los pacientes presentaban disfunción ventricular severa o moderada a severa, y estaban en clase funcional II de la New York Heart Association. La cardiopatía más frecuente fue la isquémica, seguida de la miocardiopatía dilatada. Las indicaciones por prevención primaria han aumentado con respecto al año previo, y constituyen el 65,6 por ciento de los primoimplantes.
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